La compañía utiliza una tecnología propia que permite evaluar el progreso en el tratamiento a través de selfies y, utilizando el conocimiento médico de sus fundadores, los suscriptores a Skincoach evalúan su mejora de manera semanal a través de una app, que los guía para ajustar su tratamiento, y reciben en sus casas los productos necesarios de manera mensual. A principios de 2020 lanzaron su servicio en EEUU tras la ronda de financiación que también atrajo, entre otros, a un co-fundador de Uber y al ex-consejero delegado de Proactiv.
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