En el Departamento de Santander (Colombia) están preocupados porque uno de los símbolos culturales de su gastronomía, las hormigas culonas, parece que este año se niegan a abandonar el hormiguero. Una de las causas estaría en el cambio climático con una alarmante reducción en la población de las culonas, fuente protéica y huella de identidad de la población desde los tiempos de los indígenas.
No es la única cultura que incorpora insectos a su dieta. Aunque a algunos pueda parecerles repugnante, saltamontes, gusanos de seda, hormigas negras, moscas o grillos podrían integrarse en una dieta más sana que la que habitualmente consumimos, a la vez que se contribuye a la sostenibilidad del planeta y a erradicar el hambre en el mundo.
Trillions es una startup valenciana que se propone revolucionar el mundo de la nutrición deportiva mediante el consumo de sus barritas y bolas protéicas elaboradas a base de harina de grillo y otros insectos. Fundada por Gabriel Vicedo Cornello y Albert Mas Gomis, argumentan que ya son más de 200 millones las personas en el mundo que consumen insectos en su dieta habitual y que más de la mitad del contenido de la harina de guillo es proteína.
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