“Nosotros somos muy de Lean, de prototipar barato, de hacer los ensayos de la forma más económica posible para validar y luego ya, una vez demostrada la eficacia del producto, patentarlo y licenciar para que sean las farmacéuticas u otras compañías con pulmón suficiente las que produzcan y comercialicen”, explica Alfredo Azabal, integrante del equipo de Up Devices. Esta startup, cuya solución se halla todavía en fase validación y trabaja en colaboración con el Hospital La Paz, de Madrid, pretende ampliar la aplicación de la que se conoce como terapia fotodinámica, un tratamiento selectivo que actualmente se utiliza para algunos carcinomas de piel, pero que no llega a todas las partes del cuerpo.
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