Videojuegos desde la habitación

Seis meses. Ese era el tiempo del que disponía Abraham Cózar para que despegara su carrera como diseñador de videojuegos. Este valenciano de 35 años y procedente del municipio de Meliana venía de un primer intento fallido como emprendedor. Su proyecto de desarrollar aplicaciones educativas para colegios no había salido adelante. Lejos de abandonar su sueño de crear un método que permitiera a un público infantil aprender y divertirse a la vez gracias a la tecnología, Cózar decidió intentarlo una segunda vez en 2015, en esta ocasión por su cuenta, porque no podía permitirse contratar a nadie. Sus ahorros solo le daban para subsistir medio año.

Desde su habitación, convertida en estudio, comenzó diseñando pequeños juegos para móviles que probaba en el mercado. “La velocidad fue algo clave. No es fácil dar con un producto que tenga éxito”, recuerda el ingeniero de Telecomunicación. En seis meses desarrolló seis videojuegos. Y fue el último, Deiland, el que funcionó. Este juego de gestión de recursos enfocado a niños e inspirado en el cuento de El Principito cosechó millones de jugadores en apenas unos meses.

Lee la noticia completa en El País.  

ajuntament-vlc vlc-activa vlc-activa